Miradlo, según la necesidad que tenéis de Él:
Si estáis enfermos,
Miradlo como vuestro médico, dispuesto a curaros.
Si os encontráis vacilantes, en la oscuridad,
Miradlo como una Luz,
que os ilumina y os instruirá;
Si carecéis de fervor y de generosidad,
Miradlo como un Fuego
que os da calor y os inflamará;
Si estáis sufriendo, angustiados,
Miradlo como un Bálsamo que os tranquilizará;
Si estáis débiles y cansados,
Miradlo como vuestra Fuerza, vuestro apoyo,
Pues Dios es todo eso para vosotros
Ayúdanos a rezar:
Jesús, Tú que estás siempre presente
Dentro de mí, por tu espíritu
Hazme sentir esa presencia:
Tú eres Médico, cúrame.
Tú eres Luz, ilumíname.
Tú eres Fuego, dame calor.
Tú eres Bálsamo, consuélame.
Tú eres mi Fuerza, fortifícame.
Nicolás Roland