Gloria y alabanza a Ti Señor
En el fuego del Amor,
abrasa nuestros corazones.
Inflamado con tu fuego, dentro de tu Iglesia,
A todos los bautizados quiso llevarlo,
Por la oveja perdida, ir al fin del mundo,
Siguiendo a su maestro, y sin escatimar nada.
Invadido por tu Espíritu y ardiendo en tu celo,
Predica sin descanso de misión en misión.
Guía espiritual, reúne a sacerdotes,
Discípulos de Jesús, como él totalmente entregados.
En estos tiempos saturados de frialdad,
oh Padre, que se enciendan
otros hogares de amor al fuego de tu Espíritu,
Por el honor de tu nombre, la llegada de tu Reino,
Jesús, ven a vivir en nosotros y enardecer nuestros corazones.
Himno a Nicolás Roland