Con Nicolás Roland
contempla, adora :
Gloria y alabanza a ti, Señor
Al Padre, al Espíritu, al Verbo Encarnado 
Bendito seas, Señor, por tu inmenso Amor
 Con él inflamaste al Beato Roland,
 Con tal claridad, deslumbrado desde niño
 Que su vida quedó transfigurada para siempre.
Contemplar, adorar a Jesús en su Infancia
 Anonadado desde la Cuna, a la Cruz, al Altar,
 Seguir su indigencia, caminar en su presencia,
 Ése es el camino de amor que él siguió.
(Canto compuesto para la beatificación de Nicolás Roland en el 1994)
Señor, haznos comprender
en la contemplación de tu Hijo
hecho niño entre los hombres,
el amor infinito con el
que tú amas a cada uno
y más particularmente a los más pequeños.
Mons. Balland
 
			
